Expedición Manaslu Otoño 2012

Informe # 2
    El Manaslu visto desde Samagaon.    
             
    Septiembre 28 del 2012        
   

Expedición accidentada hasta el momento. Después de un casi imposible viaje en bus (8 horas para avanzar unos 30 kilómetros, a pie nos hubiera ido mejor…) llegamos a Arughat, sobre la ribera del río Burigandaki. En la marcha de aproximación al Campo Base perdimos una mula que, al ser alcanzada por una roca, se precipitó al vacío, cayendo en las turbulentas aguas del río y desapareció para siempre, con dos cilindros de gas. Si hubiesen sido las tulas con nuestros equipos lo que cargaba, casi que nos podríamos haber despedido de la expedición antes de haber comenzado la escalada.

Al día siguiente fue el arriero el que recibió varios golpes de piedras desprendidas en un alud sobre el angosto sendero que bordea el Burigandaki, por suerte solo quedó un tanto magullado y pudo continuar su dura labor.

En Samagaon, último poblado antes del ascenso al Campo Base, terminaron las mulas su trabajo y desde allí todo nuestro equipo fue subido por empinadas cuestas por fuertes hombres y mujeres locales en unas cuatro horas. Al fin, después de dos semanas de haber dejado Suesca, pensaba que nos podríamos concentrar en nuestra escalada.
   
             
Carretera hacia Arughat, uno de los tantos atascos del bus en el barro.
             
 

Sin embargo, luego de dos días de adaptación a la altura en nuestro Campo Base, y cuando ya nos alistábamos para comenzar a ascender la montaña,  la noticia con que amanecimos no podía ser peor: una gran avalancha, provocada por el desprendimiento de un inmenso serac, había acabado con el campo tres y buena parte del dos. No había mucha claridad en las noticias, pero se hablaba de entre 20 y 30 montañeros muertos o desaparecidos bajo el hielo y la nieve en plena noche. En algunas horas varios helicópteros comenzaron uno de los mayores rescates organizados en el Himalaya. Impotentes (aún sin aclimatación no podíamos subir a ayudar), pusimos a disposición nuestro equipo a los sherpas, que, como siempre, son los mas fuertes a la hora de pelear estas lides. El trágico saldo del que tenemos conocimiento es de 15 muertos.

   
    Víctor, Claudia, Santiago y yo en una de las paradas durante el treking a almorzar, al fondo un templo budista.  
             
 
   

No terminaron allí nuestros contratiempos, Kyla, el sherpa contratado por Santiago Quintero para ayudar en el ascenso, había hasta este momento pasado la mitad de las noches borracho. Obviamente, así no era de gran ayuda, más aun teniendo en cuenta que su seguridad es responsabilidad de los expedicionarios. Por suerte, decidió marcharse ante las reiteradas llamadas de atención.

Luego del gran accidente se organizó en el Campo Base una reunión de sherpas donde básicamente se pusieron de acuerdo en abandonar todos en grupo, asustados por la magnitud del desastre. Solo los de las agencias más grandes y costosas se quedaban. Vale la pena aquí aclarar que, más que nada a causa del cierre del Tíbet (y con ello del acceso al Cho Oyu y al Shisha Pagma) por parte del duro régimen chino, las grandes agencias que venden las montañas mas “comerciales” (aquellas cuyo ascenso se ofrece en varias webs, con uso de oxígeno embotellado, un sherpa por cliente, cuerdas fijas, etc, etc) han desviado su atención hacia el Manaslu.  Himex, con Russel Bryce a la cabeza, organizó la fijada de las cuerdas, escaleras en las grietas del glaciar, etc., no sin antes pasar personalmente, y en compañía de Dawa Sherpa, de 7Summits, a cobrar 50 usd por montañero. Increíblemente, no se inmutó (ni rebajo un solo peso) ante el normalmente efectivo regateo colombiano!

Volviendo a lo de la reunión de sherpas, terminó en que Russel Bryce (y tácitamente 7Summits, o eso entendí yo en esa Babel de idiomas) mandaría a su gente a mirar las condiciones de la montaña antes de tomar su decisión.

   
             

Reunión de sherpas, al centro, de chaqueta azul claro, Russel Bryce.

             
   

Nosotros, con la salida de Kyla del equipo por borracho, quedamos en un equipo de 3 (Santiago, Víctor y mi persona), no muy fuerte en apariencia, si lo comparamos con estas multitudes de clientes, guías y sherpas. Como fuera el caso, decidimos arrancar hacia arriba antes que ellos, dictándonos la lógica que, sin haber nevado y luego de la inmensa avalancha, la montaña estaría “limpia” y por ello más segura. El ascenso al Campo 1 fue para mí, como siempre la primera vez,  duro, luchando mi cuerpo por adaptarse al aire enrarecido de la altura. Pasamos dos noches con dolor de cabeza antes de seguir hacia el Campo 2 a unos 6.300msnm. Al llegar allí (yo de último) no demoramos en descubrir que Víctor era víctima del “mal de altura”: discusiones inútiles, repetidas búsquedas de su teléfono satelital que siempre estuvo en su morral, decir “cervezas” al referirse a sus medias, etc.,  eran síntomas inequívocos. Santiago no lo dudó mucho y me dijo claro: “Hay que bajarlo ya!”. Obviamente, los miembros de las expediciones comerciales no estaban dispuestos a ceder ni un litro de su preciado oxígeno, sin el cual sus clientes no tendrían la menor chance de coronar la montaña. Medicado y escoltado por los dos, Víctor comenzó el descenso aún por sus propios medios, que sino otra hubiera sido la historia…

Ahora estamos todos en el Campo Base sanos y salvos. Con Santiago planeamos nuevamente nuestra estrategia para terminar el proceso de adaptación a la altura. Víctor se alista a bajar a Samagaon, donde la mayor presión seguramente hará que se recupere más rápido. El doctor que lo ha revisado sin embargo ha sido claro, es totalmente desaconsejable que vuelva a exponerse a la altura en las próximas semanas.
   
         
       
    Segunda incursión a la montaña, temprano por la mañana.    
         
         
    Octubre 2 del 2012        
             
Santiago durante el cruce de la grieta más grande entre el C1 y el C2.
Arriba a la izquierda de la foto se puede ver el Campo 1.
             
   

Nos encontramos nuevamente  en el Campo Base. Hemos, con Santiago, subido de un solo tirón al Campo dos, pasado allí una noche y ascendido luego al Campo 3, donde dejamos un depósito (carpa, estufa y gas). Luego de otra noche más en el dos, estamos adaptados físicamente a la falta de presión que encontraremos durante nuestra próxima escalada. En estos días de buen clima hubo múltiples ascensos a la cumbre, destacándose el del grupo ecuatoriano liderado por Iván Vallejo que logró así la primera cumbre de un ochomil para una mujer de esa nacionalidad, la de Carla, conocida en Colombia por sus recientes escaladas en nuestro querido Cocuy. Todos los que lograron la cumbre habían comenzado su expedición varios días y hasta semanas antes que nosotros. Por nuestra parte, hemos logrado, en 8 días, estar aclimatados y haber montado dos campamentos y subido todo lo necesario para el tercero.
Al descender de esta segunda incursión en la montaña nos encontramos con Víctor, quien, contra todas las recomendaciones, quiso subir nuevamente. Las últimas noticias, desde Colombia, nos cuentan que está bien en el Campo Dos.

   
             
Santiago y Víctor cocinando en el C1
             
   

Nieva ahora y se hace difícil la espera. Ya un libro se me acabó, el otro pierde páginas a pasos agigantados. El parte meteorológico no es muy positivo que digamos: fuertes vientos en la cumbre para los próximos días hacen de un intento de subir a cumbre una acción demasiado arriesgada para nosotros. Solo un grupo de iraníes lo intentarán, pero aclaran que usarán oxígeno embotellado, lo que les permitirá sin lugar a dudas ascender más rápidamente y sin sufrir tanto el frío causado por los fuertes vientos. Nos dedicamos a comer todo lo posible, hidratar mucho y no perder la esperanza. Según el informe del clima que recibimos, habría alguna chance el día 7, sino el 12 o 13…

No ha sido poco lo que hubo para contar, en tan pocos días de expedición.

A todos mis colaboradores un especial agradecimiento:
-IC
-Gafas Julbo – Bianza Ltda.
-Revista Viajes y Aventura – Ediciones Gaviria.
-Julbo – Bianza Ltda.
-14OCHOMILES.
-Protector solar SunXtreme.
-Primus – Merximport Ltda.
-Ternua – Donde van tus pensamientos van tus pasos.
-Gran Pared -. El muro de escalada más grande de Colombia.
-Vámonos Pal Monte – restaurante y escuela de escalada.
-Vanguardia.
-Aventureros – operadores de turismo extremo.


Hernán Wilke.

   
             
C3, el punto más alto que hemos alcanzado hasta el momento.
             
        Informe #1    
             
        Más información (Santiago Quintero - Diario de la expedición)...