La primera vez que probé El Mago, me pareció una ruta muy lejana, ya es más de un año de eso… sin embargo cada vez que alguien la probaba me subía a intentar sacar el primer paso del crux que por mi estatura, pensaba, era bastante lejano. Hasta que un día Alejo me mostró la forma en que el había logrado sacarla y empezó a funcionarme, ya por lo menos podía tocar la fisura que antes veía tan lejos, en esos día también conté con la suerte de ver trabajar la ruta a Vivi, quien al contrario mío lograba con su fuerza sacar el movimiento, más directo y eficiente, aunque su lectura no me funcionó a mi, tuve que dejar atrás mis quejas frente a la estatura pues, para quienes no conocen a Vivi, ella es un poco más bajita que yo. Ese día la vi resolver todos los pasos y mi motivación aumentó enormemente.

También logré por primera vez conocer el resto de la ruta con la que tendría un idilio de casi cuatro meses entre amores y odios. Intenté ir cada fin de semana después de ese día en que saqué cada uno de los pasos de la ruta. Es una ruta difícil de trabajar a mi parecer pues el crux queda después de puntear 7 chapas, cada vez que quería intentarlo tocaba puntear esta primera parte. Al comienzo sufrí un poco de desilusión, pues eso pasos que logré sacar anteriormente se fueron poniendo más difíciles y esquivos así que muchos fines de semana fueron necesarios para resolverlos de nuevo y mi motivación decaía fácilmente al ver que no estaba tan cerca de lograr la cadena. Dediqué muchos de esos días a seguirla trabajando.

Giovanny Carrillo, mi esposo, también comenzó a trabajarla y es bueno contar con alguien con el mismo objetivo y el plan del fin de semana era el mismo para ambos. Un fin de semana que fuimos con Alejo y Claudia logré sentirla de nuevo entre mis manos gracias al apoyo y la paciencia de ellos, después de resolver nuevamente dos partes del crux en las cuales fácilmente me podía caer. De ahí en adelante cada pegue era a encadenar, un fin de semana estuve muy cerca pero equivoqué un agarre a tan solo seis paso de la cadena y ese error fue imperdonable: caí. Un golpe duro a mi paciencia que ya estaba colmándose….

Hace como un mes Giova había logrado encadenarla y me motivaba a seguir en mi empresa que por fin el lunes 23 de marzo tras un largo fin de semana por Sutatausa, Suesca y terminando en Machetá, uno de mis lugares favoritos para escalar, logré al segundo intento del día sacar uno a uno los pasos de toda la ruta y culminar con El Mago entre mi libreta, con una enorme sonrisa que aún no me abandona por el deber cumplido y con un logro que espero motive a muchas chicas del país. Estoy segura que no es un logro solo personal, detrás se encuentra un sinnúmero de personas, como los que hacen crecer los parques de escalada con su taladro y proponen líneas nuevas, a quienes quiero agradecer ahora, también a esas mujeres que me motivan como Vivi Gomez, Sara Alwyn, Janine Cardosoa, a mi esposo que me entrena y acompaña, a Monodedo quien siempre me apoya y hace posible la divulgación de los logros y a todos aquellos que desfilaron debajo de mi cuerda en los innumerables pegues, y a la escalada a la que dedico mi vida con pasión.