Mi primer “guru” en la escalada fue Diego Olaya. Creo que fue mas lo que me reí que lo que escalamos, pero las bases quedaron sentadas, y Diego me enseño que incluso “sacándose la mier#@” se podía reír, disfrutar y “mamar gallo”.

A finales del 2000, los 18 años (mayoría de edad), las hormonas, y las ganas de fiesta me alejaron de la escalada. Fue un periodo negro, y muchas cosas sucedieron en mi vida, pero creo que fue la muerte de mi mejor amigo lo que me motivo a buscar nuevamente en la escalada el refugio que necesitaba.

Decidí meterme de lleno, empecé a entrenar, decidí competir, y fue el “Chango” Manosalva quien se volvió el “guru”. A Andrés creo que lo que le aprendí fue a disfrutar de la escalada. Marque los abdominales pero de tanto reír. Técnica no aprendí, y creo que eso se nota fácilmente, cualquiera que me haya visto escalar y haya visto escalar a Manosalva lo puede notar, yo soy el escalador “guasa” y Andrés es el escalador “técnico-estático” por excelencia, pero que buenos momentos pasamos. También estaba Juancho Arboleda, que en ese momento no era el monstruo que hoy en día es, y el cuarteto lo completaba Juan Pulido, otro ingeniero que hace rato desapareció del mundo “escaladistico” Colombiano.

Entre el 2001 y el 2003 pase varios de los mejores momentos que he vivido escalando: gané un Reinaldo Mendoza como novato, encadene mis primeros 5.10s en Suesca, me entrene con el equipo de la universidad, la Nacho, con Oscar “el profe”, Javier “el Chuleto”, Leila, Caro… pase las mejores tardes de boulder y en un muro bien artesanal, de pura placa, y un extraplomado de algunos metros cuadrados. Pero que buen ambiente, que buena vibra!

Pero lo mejor fue la gente que conocí mientras empezaba a competir en las competencias nacionales a nivel “Maestros” (aclaro que elite no existía), los fuertes del momento: Mateo, Fajardo, Bogota, Alejo, en fin, era otra cosa, los muros eran mas artesanales, casi caseros, pero el ambiente siempre fue el mejor.

Pase algunos meses yendo todos mis fines de semana a Suesca con Margarita Diaz y Carolina Avellaneda, y bueno, mi miedo insuperado por la altura siempre me mantenía trabajando las rutas fáciles, pero así de pasito en pasito encadene mis primeros 5.12s, clásicos suescunos claro esta, “Si te coges”, “Hippie Warrior”, “La Fania”, “Si tuviera un taladro”, esas las mas remarcables, y mi fiebre de escalada aumentaba.

Luego de una lesión de dedo que me tuvo 4 meses sin tocar un muro en 2003 (la misma lesión y durante el mismo tiempo que Juancho Arboleda con quien hice la fisioterapia) empecé a entrenar con Andrés Fajardo. Ahí se termino el entrenamiento hippie y empezó la época del entrenamiento específico, focalizado, con objetivos claros.  Claro que la “mamadera de gallo” nunca se detuvo, y fue en el Boulder Café de Margarita que Andrés literalmente me “puso en miseria”, pero el nivel subió y en el 4to Reinaldo Mendoza en 2004 logre mi mejor clasificación, terminando 8vo en una competencia en la que Marco Juves nos dio una literal “lección” de escalada a todos menos a Juancho, quien estuvo “cerca” de batirlo.

Gran Pared se inauguro en 2004 también, y una nueva etapa en la escalada empezó en Colombia. El fanatismo general creció, los escaladores tomaron mucho mas en serio el entrenamiento y nos salimos del estigma de los “hipies yunkies” suescunos. Lastimosamente la federación y las ligas se acabaron y con ellas las competencias distritales y nacionales.

En 2008, estaba dedicado a escalar en Canoas durante mis periodos libres, un par de V6s fueron mis logros mas remarcables, lo que me demostraba que definitivamente estaba en decline absoluto, pero seguía disfrutando de este deporte, mis objetivos eran mas que personales y simplemente buscaba disfrutar de la naturaleza, gozarse el bloque, descubrirlo, leerlo, encontrarle un método, y ejecutarlo… así fuera un V4 o V5. Canoas era mi parque de diversiones y la escalada seguía siendo el motor de mi vida.

Ese mismo año deje mi trabajo, y empecé una nueva vida en Francia, siendo sincero, deje el trabajo por que no podía con ese estilo de vida, y estoy convencido que fue la mejor decisión tomada en toda mi vida, incluso si ha significado grandes sacrificios, cambios culturales y de estilo de vida.

Decidí venir a Francia, principalmente por que la escalada acá esta muy bien desarrollada a nivel de equipamiento de rutas, federación y competencias. El nivel es impresionante, y lo justifique con un par Maestrías, para no quedar con un vacío en el CV que indicara “2008-2010: momento en el que decidí ser un hippie escalador y viajar por el mundo”…

Mi primer en año en Lyon fue mas de lo esperado: un Campeonato Francés de Dificultad donde conocí gracias a Jimmy a todas las “vedette” de las escalada Francesa, entre ellos a medio equipo Francés de dificultad que participa en la copa mundo regularmente y que estudian en la misma universidad donde hice mi primer master. Me entrene con ellos, y con mas motivación que preparación, termine con tendinitis en los codos y los hombros, al mismo tiempo. Constaté las ventajas físicas que los competidores a nivel internacional tienen frente a las personas como yo, fanáticos regulares. Ellos empiezan a entrenar a los 6 años, su cuerpo es construido y desarrollado solo para escalar, así que sus músculos y tendones responden mejor al abuso del entrenamiento. Así que decidí estudiar un poco sobre la metodología de entrenamiento y encontré un punto de equilibrio que me permitió mejorar sin lesionarme. Y bueno, cuando se escala con los famosos, se escala en las mejores rocas, las rutas más bellas, con fotógrafos profesionales en la roca, equipo nuevo y sobretodo haciendo mucha propaganda a los patrocinadores (Petzl, Beal, Lasportiva, Andrea Boldrini, etc.)

Aprendí a no dejarme impresionar por ver a una niña de 17 años y 1.60m encadenar a vista un 8a (5.13b), o ver a un “junior” hacer un 8b (5.13d) al tercer pegue, o ver en directo el encadene de un 8c+ (5.14c) por un “senior”. Eso sucede todo el tiempo en las mejores rocas del sur de Francia (Ceüse, Seynes, Buoux, Saint-Leger, etc.), y yo donde estaba? trabajando el 7b del calentamiento. Pero si hay una constante en los escaladores, es que no importa si estas en Francia, en USA, o en Colombia, si eres escalador, y vas donde los escaladores, la gente siempre será amable, siempre tendrán una ruta a proponerte, un consejo que darte, y una sonrisa a compartir.

Hoy estoy de nuevo trabajando, pero tengo tiempo de escalar, estoy dedicado al bloque (viviendo en Paris quiero explotar Fontainebleau - uno de los mejores parques de bloque del mundo), y si puedo, en verano iré a España. Estoy en mi mejor momento de fuerza y “técnica” de mi historia en el deporte, pero sobretodo, estoy mas enamorado que nunca de este deporte, es mi pasión, es mi razón, es mi motivación. Tengo nuevamente sueños y metas, estoy encadenando 7b+ (V8) y creo que con algo de trabajo específico puedo montar mi nivel fácilmente al 7c+ (V10). En rutas creo que puedo sobrepasar el 8a (5.13b) si algún día me pongo serio a trabajar rutas en la roca. Pero encima de todo, estoy convencido que mi vida como escalador es lo mejor que me ha pasado, no cambiaria nada de mi historia, de la gente y de las experiencias que este deporte me ha regalado. Espero tener la suerte de poder continuar escalando el resto de mis días, y poco me importa el nivel que tenga, nunca he sido un campeón, nunca he sido el mejor, y no me trasnocha serlo, el proceso de descifrar el problema y solucionarlo sigue siendo lo mas motivante y eso es algo personal que nadie te puede quitar. No tienes que ser campeón nacional para sentirlo.

Buena escalada a todos!

Carlitos